La diócesis de Pinar del Río fue segregada de la de la Habana en febrero de 1903. Fue elegido como su su primer obispo Mons. Braulio Orúe y Vivanco, fallecido once meses después, víctima de una fatal afectación pulmonar. Hasta el momento, no hemos podido localizar su escudo de armas ni conocer por fuentes de ninguna clase su diseño. Desde 1904 hasta 1907 la silla episcopal estuvo vacante, hasta que Su Santidad Pío X (1903-1914) nombró a Mons. José Manual Dámaso Ruiz y Rodríguez (1874-1940) para su gobierno. Este obispo adoptó un escudo bastante complejo, cuartelado en cruz, el primer cuartel de azur, con una montaña de oro, acompañada en jefe de un sol figurado, de oro, y a la siniestra de una paloma nimbada, de plata; el segundo cuartel es cortado, la partición alta de azur, con un castillo de oro, la partición baja de plata, con una jagua en producción, en sus colores, que es de Cienfuegos; el tercer cuartel, de plata, con un trangle ondulante de azur, acompañado de siete pinos de sinople, cuatro en jefe y tres en punta, puestos en faja, y el último cuartel, también de plata, con un tortillo de azur, cargado del mapa de las islas de Cuba y de Pinos, y surmontado de doce lenguas de de fuego, puestas ocho y cuatro, alrededor del tortillo; sobre el todo, escusón de oro con una M de gules. Su vidisa fue: «CHARITAS CHRISTI VRGET NOS», que traducido del latín significa: la caridad de Cristo nos apremia.
De este escudo llama la atención el segundo cuartel, en el que Mons. Ruiz Rodríguez hizo mostrar su lugar de origen: la villa de Fernandina de Jagua, denominada luego Cienfuegos, probablemente debido a que al momento de su elección a la mitra pinareña, se desempeñaba como secretario de la diócesis de Cienfuegos, desde 1904, donde fue además párroco de la Catedral, fiscal del tribunal eclesiástico y administrador de capellanías. El escudo cívico de Cienfuegos fue concedido por la gracia de S.M. Doña Isabel II, en 1848, a cuyo efecto el Ayuntamiento de Cienfuegos propuso el diseño de don Agustín de Santa Cruz, que lo había elaborado algunos años antes. El escudo original que concedió la Reina D.ª Isabel II traía los atributos monárquicos, que luego fueron sustituidos por las ramas de encina y laurel, y el timbre por una corona mural, el escudo mantuvo el mote: «Fides, Labor et Unio», introducido por la notable poetisa doña Clotilde del Carmen Rodríguez, la Hija del Damují, en el escudo que bordó en una bandera enviada al patriota cienfueguero Germán Barrios. El castillo representa el de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, y la jagua al natural es arma parlante de la villa.
Se cree que el tercero cuartel de las armas episcopales representen a Pinar del Río, porque se ven claramente dos hileras de pinos que bordean el cauce de un río: pinatenses ad flumen. Sin embargo, este infeliz diseño del cuartel introduce la perspectiva, lo cual desfigura las armas, por cuanto el diseño heráldico se basa en la bidimensionalidad, es decir, las piezas y muebles son básicamente planos, conque no se admite la perspectiva. Hemos estilizado apropiadamente estas armas al disponer que las hileras de pinos se ubiquen al jefe y en punta del cuartel y el río al centro, representado por un trangle ondulante. Se le llama trangle a la faja disminuida en un sexto de su proporción natural, que es un tercio de la altura del escudo. El último cuartel muestra una bola del mundo en la que está representado el archipiélago cubano, y rodeada de doce lenguas de Pentecostés. El escusón es una clara alusión a Nuestra Señora. Mons. Ruiz Rodríguez fue nombrado Arzobispo de San Cristóbal de la Habana en 1925 y al tomar posesión de la sede arzobispal modificó sus armas en la forma que muestra la figura.
La promoción de Mons. Ruiz Rodríguez a la Arquidiócesis de San Cristóbal de la Habana provocó la elección de Mons. Evelio Díaz Cía como III Obispo de Pinar del Río por Su Santidad. Tampoco conozco con exactitud los esmaltes del escudo que adoptó Mons. Díaz Cía como titular del obispado de Pinar del Río. El escudo que se le atribuye, esculpido en la Santa Iglesia Catedral de San Rosendo de Pinar del Río, trae una cruz sobre un montículo de tierra. La imagen fue proporcionada por el Sr. Dagoberto Valdés.
El IV Obispo de Pinar del Río, Mons. Manuel Rodríguez Rozas, fue nombrado como tal por Su Santidad Juan XXIII en 1960, al quedar la silla episcopal vacante por la promoción a la mitra arzobispal de San Cristóbal de la Habana de Mons. Evelio Díaz Cía.
Sus armas se describen en la siguiente forma: de púrpura, una corona de espinas de oro, cortado de azur con una cruz alzada de plata. Por exornes una mitra y un báculo acolados en palo, al timbre, capelo episcopal. Divisa: SEGREGATVS IN EVANGELIVM DEI.
El V Obispo de Pinar del Río lo fue Mons. Jaime Lucas Ortega y Alamino, elegido por Su Santidad Juan Pablo II en 1978, su símbolo se aparta de las leyes y modos heráldicos, lamentablemente. Asumió un emblema esfragístico muy sencillo, acaso rudimentario y de poco vuelo artístico enmarcado en un óvalo, en el que se muestra una cruz-báculo y a la derecha el lema TE BASTA MI GRACIA, primero que usa un obispo de Pinar del Río en castellano. En 1981 Su Santidad Juan Pablo II lo eligió Arzobispo de San Cristóbal de la Habana.
Como Arzobispo de San Cristóbal de la Habana, Mons. Ortega mantuvo el mismo emblema esfragístico, que presumiblemente hubo de modificar al recibir de Su Santidad Juan Pablo II la dignidad cardenalicia, en 1994. Entonces modificó su símbolo finalmente por un escudo de armas, de azur, con una piedad de plata, acompañada en el cantón diestro del jefe de una estrella de ocho puntas de oro. Mantuvo la divisa anterior pero traducida al latín: SUFFICIT TIBI GRATIA MEA.
El VI Obispo de Pinar del Río, Mons. José Siro González Bacallao siguió la línea inaugurada por su predecesor, conque tampoco asumió como símbolo personal un escudo de armas, sino un emblema esfragístico algo más elaborado que el de Mons. Ortega, y también mantuvo el lema en castellano: AQUÍ ESTOY SEÑOR PARA HACER TU VOLUNTAD.
Mons. Jorge Enrique Serpa y Pérez, VII Obispo de Pinar del Río, afortunadamente recupera la tradición y se aparta de los emblemas esfragísticos de sus dos predecesores inmediatos, para adoptar un escudo de armas, escoge la divisa ECCE EGO, que traducido del latín significa: Aquí Estoy Yo, apócope de la divisa del anterior obispo, pero aparentemente sin relación directa. Este prelado vuelve a poner su lema en lengua latina, otro elemento que lo aparta de la simbología de Mons. Ortega y Mons. González Bacallao.
2 comentarios:
Sorprende ver en los dos ultimos blasones un baculo en lugar de la cruz. Aun mas curioso es que en el ultimo el baculo este velado, lo que es signo de jurisdiccion restringida como en el caso de los abades.
Que pena que hace rato no publiques, es muy buen blog. Animate y publica este año. saludos, una cubana que adora el blason, la heráldica y la simbologia.
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